¿QUIEN ES EL ARQUITECTO?
El arquitecto es un profesional cuya labor puede desempeñarse tanto en el sector privado como en la administración pública. También tiene la opción de establecer su propio estudio. Su trabajo consiste en investigar el entorno y comprender las necesidades del cliente, todo ello con un propósito claro: beneficiar a la sociedad. En este sentido, la arquitectura tiene como objetivo final mejorar la vida del ser humano, de ahí la importancia de que el arquitecto sea una persona organizada.
El arquitecto no solo debe ser un buen planificador, sino también un excelente comunicador y vendedor de sus ideas. Debe poseer la capacidad de observar el entorno con profundidad, analizar lo que le rodea y reflejarlo en dibujos, fotografías o en proyectos. Viajar y explorar es una parte fundamental del crecimiento de un arquitecto, pues le permite ampliar su perspectiva.
Algunos podrían preguntarse si el arquitecto ocupa un lugar casi divino, dado que su responsabilidad es crear espacios que respondan a las necesidades de las personas. Sin embargo, más que verlo como una figura superior, es crucial comprender que el arquitecto debe ser un crítico constante de su entorno, curioso por naturaleza y siempre dispuesto a aprender.
Ver, pensar y crear.
Aunque es cierto que la titulación es importante, lo fundamental es la originalidad de las ideas y la manera personal de presentarlas. Muchos arquitectos como Frank Lloyd Wright, Carlo Scarpa y Le Corbusier ganaron el Premio Pritzker, sin tener una titulación formal en arquitectura.
Finalmente, recordando los consejos de Wright, la arquitectura no debe verse solo como un fin, sino como un medio para enriquecer la vida. En palabras extraídas del libro Ikigai:
«los rituales son más importantes que los objetivos».