Mi entorno: Las cosas a mi alrededor

Mi salón (hecho el dibujo mirando)

Mi salón (hecho el dibujo sin mirar)

¿Por qué has elegido este lugar?
He elegido este lugar porque me da una sensación de comodidad y tranquilidad cada vez que paso tiempo. Es un entorno donde me siento completamente cómoda y me permite alejarme de las presiones diarias.

¿Qué te hace sentir a gusto?
Me encanta la vista desde mi balcón, me permite observar el mundo exterior mientras estoy sentada en el sofá y disfruto viendo la rutina diaria de las personas que pasan por ahí. Además de eso, me resulta muy relajante ver algunas palomas que llegan a mi balcón y se detienen a comer.

¿Existe algún elemento molesto?
Sí, en mi salón hay un detalle que me distrae, justo debajo de la puerta del balcón hay unos rodapiés de baldosa, y uno de ellos está desalineado, sobresaliendo un poco. Esto rompe la armonía visual del conjunto, ya que los demás están perfectamente alineados.

¿Crees que te sentirías igual en otro espacio ahora mismo?
Si pienso en un templo de mi país, siento que podría experimentar una sensación similar e incluso más intensa, ya que es un lugar que me evoca mucha paz y felicidad.

¿Piensas que las condiciones de este espacio influyen sobre sus ocupantes? ¿Cómo?
Definitivamente, el entorno de un lugar tiene un impacto en las personas que lo habitan. Los elementos que rodean el lugar pueden contribuir a crear una atmósfera relajante que puede tener unas consecuencias tanto positivas coo megativas. Por un lado, las personas pueden sentirse más tranquilas y liberar el estrés, por otro lado, podrían perder tiempo sin hacer nada productivo. Todo depende de la actitud adoptada hacia el entorno.

¿Cambiarías alguna cosa?
Sí, cambiaría el sofá, ya que considero que no se ajusta a la estética general del espacio. De hecho, por esa misma razón no lo he incluido en el dibujo. También me gustaría probar una nueva disposición entre el sofá y la televisión, para comprobar si mejora la visualización desde otra perspectiva.

DESCRIPCIÓN DEL LUGAR

No es un lugar particularmente silencioso, pero ofrece un ambiente en el que es posible sentarse y liberar todo el estrés acumulado. El confort es evidente y la presencia de personas añade una sensación de ánimo. Los materiales que lo rodean contribuyen a una atmósfera más fría. Al abrir la puerta del balcón, el aire frío acaricia suavemente el cuerpo, y al cerrarla se percibe el murmullo del viento. Al girar la mirada hacia el lado derecho, se observa un balcón lleno con plantas, cuyas sombras se proyectan en el suelo bajo la luz del sol. Sin embargo, cuando el sol se ocultapor la tarde, esas mismas plantas parecen perder su relevancia, lo que revela la importancia de la luz y cómo esta transforma nuestra percepción de los objetos. Y el otro punto más importante es que este espacio simboliza un contraste entre el interior y el exterior, pues desde esa posición intermedia sentado en el sofá se observan dinámicas diferentes: lo que ocurre dentro puede ser muy distinto de lo que sucede fuera, subrayando las distintas realidades que coexisten en un mismo lugar.

Mi entorno: Peter Zumthor “(Atmóferas)”

El texto «Atmósferas» de Peter Zumthor reflexiona sobre la arquitectura abstracta, que va más allá de los aspectos técnicos. Esta obra nos ayuda a comprender que la arquitectura tiene el campo técnico ampliamente reconocido pero el campo emocional es igualmente fundamental. Estoy de acuerdo con las ideas del autor, quien expresan que un edificio no es solo un lugar funcional y agradable, sino que también nos transmite una sensación particular. Los espacios que habitamos influyen en nuestras emociones, desde los detalles más pequeños hasta los aspectos más significativos de una construcción.

En su texto, Peter Zumthor desarrolla nueve puntos clave y reflexiona sobre cada uno de ellos. A continuación, procederé a reflexionar sobre algunos aspectos que considero de gran relevancia, compartiendo mis experiencias personales que coinciden con las ideas del autor:

1. El cuerpo de la arquitectura: Zumthor reflexiona sobre cómo todo lo que percibimos está unido a nuestras sensaciones. Según el autor, si se elimina la atmósfera, nuestros pensamientos también se desaparecerán, ya que lo que sentimos está profundamente conectado con lo que observamos. Este planteamiento refleja la importancia de la percepción sensorial en la experiencia arquitectónica.
2. La materialidad: Zumthor destaca que la arquitectura consiste en reunir elementos y materiales del mundo para que, en su conjunto, creen un espacio significativo. Él describe esto como «un cuerpo que me puede tocar». Los materiales no tienen límites por sí mismos, somos nosotros quienes los imponemos. El proceso arquitectónico comienza desde nuestro mente y luego se materializa en un proyecto físico. Comparto esta visión, ya que la elección de los materiales no solo define el espacio, sino que también influye en nuestra relación emocional con ellos.
3. El sonido: Cada espacio posee un sonido único. En mi caso particular, disfruto del sonido de los pasos cuando las personas caminan con zapatos sobre una tarima de madera. Este sonido cambia dependiendo del material que utilizamos, es decir, que el sonido no es un elemento pasivo, sino que interactúa con los habitantes del lugar.
4. La temperatura: La temperatura son calor o frío, son dos elementos completamente contrarios y de esta manera también provocan unas sensaciones distintas. Por ejemplo, en un viaje reciente, pasé tiempo tanto en el aeropuerto de Barcelona como en el de París. En el caso de París, a pesar del frío exterior, el interior era cálido, lo que generaba una sensación de comodidad. En cambio, en Barcelona, la falta de calor interior hacía que el tiempo pasara más lentamente, generando una sensación de incomodidad. Esto refleja cómo la temperatura afecta nuestra percepción del espacio.
5. La tensión entre el interior y el exterior: Zumthor reflexiona sobre cómo el interior y el exterior son dos mundos distintos que influyen en nuestro estado de ánimo. Personalmente, disfruto imaginando cómo sería el interior de un edificio o una casa basándome de los elementos visibles del exterior. Esta tensión entre ambos mundos es clave en la creación de una atmósfera arquitectónica.

Por último, cabe destacar el punto sobre la luz. La luz es un elemento esencial en nuestras vidas, no podemos imaginar nuestras vidas sin la luz, pero el autor va más allá de eso y reflexiona sobre cómo la luz relaciona con los espacios.

Algunos ejemplos de arquitectura que destacan la importancia de la luz son los siguientes:

En las Termas de Vals de Peter Zumthor, este espacio fue diseñado para que los visitantes disfruten del lujo. Las combinaciones de luces y sombras, espacios abiertos y cerrados y elementos lineales para tener una experiencia sensual y reparadora. El proyecto cuenta con los materiales como la piedra y el agua.

Otro ejemplo es la Iglesia de la Luz, diseñada por el arquitecto japonés Tadao Ando en Japón. Esta obra refleja cómo la luz se convierte en un elemento arquitectónico central. La estructura es sencilla, pero lo que realmente importante es la cruz tallada en la pared frontal. A través de ella, la luz natural entra al espacio, proyectando un símbolo luminoso en el interior.